BLOQUE #
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ACCIÓN
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APOYOS
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TIEMPO
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Bloque 1
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- Saludo
y bienvenida
- Introducción
al tema
- Oración
introductoria
- Lectura
de Escritura:
- Desarrollo
del tema
Propósito:
Comunicar la urgente necesidad de ‘anunciar con intrépida
fidelidad’ el Evangelio de la Vida
o Evangelium Vitae que está en el centro del mensaje de Jesús. Acogido con amor
cada día por la Iglesia, es anunciado como buena noticia a los hombres de
todas las épocas y culturas.
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Textos Bíblicos: Salmo 139, 13 – 17
Tú fuiste quien formó todo mi cuerpo; tú me formaste en el vientre
de mi madre. Te alabo porque estoy maravillado, porque es maravilloso lo que
has hecho. ¡De ello estoy bien convencido! No te fue oculto
el desarrollo de mi cuerpo mientras yo era formado en lo secreto, mientras
era formado en lo más profundo de la tierra. Tus ojos vieron mi cuerpo en
formación; todo eso estaba escrito en tu libro. Habías señalado los días de
mi vida cuando aún no existía ninguno de
ellos.
Oh Dios, qué
profundos me son tus pensamientos; ¡infinito es el conjunto de ellos!
Jer. 1, 4 – 5 El Señor se dirigió a mí, y me dijo: “antes de darte la
vida, ya te había yo escogido; antes de que nacieras, ya te había yo
apartado; te había destinado a ser
profeta de las naciones”.
Buena
Noticia:
“En la Encarnación se revela el amor infinito de Dios hacia la
humanidad como también el valor incomparable de cada persona humana. La
Iglesia se siente llamada a anunciar a las
personas de todos los tiempos este Evangelio. El Evangelio del
Amor de Dios al hombre y a la mujer, el Evangelio de la dignidad de la
persona y el Evangelio de la Vida son un único e indivisible Evangelio”.
Anunciar con
intrépida fidelidad:
Para proclamar el Evangelio de la Vida…
Intrépido: que no teme en
los peligros. (RAE).
Fidelidad: lealtad,
observancia de la fe que alguien debe a otra persona. (RAE).
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Teaser 2’
Corte 3’
10’
Corte 3’
12’
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CORTE
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3’
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Bloque 2
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- Resumen
del primer bloque
- Desarrollo
del tema
- Invitación
a los televidentes para que llamen
- Recepción
de llamadas
- Contestar
preguntas y dar consejos
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Nuevas amenazas a la vida
humana:
Panorama
Hoy
este anuncio es particularmente urgente ante la impresionante multiplicación
y agudización de las amenazas a la vida de las personas y de los pueblos,
especialmente cuando ésta es débil e indefensa. A las tradicionales y
dolorosas plagas del hambre, las enfermedades endémicas, la violencia y las
guerras, se añaden otras, con nuevas facetas y dimensiones inquietantes.
El
resultado al que se llega es dramático: si es muy grave y preocupante el
fenómeno de la eliminación de tantas vidas humanas incipientes o próximas a
su ocaso, no menos grave e inquietante es el hecho de que a la conciencia
misma, casi oscurecida por condicionamientos tan grandes, le cueste cada vez
más percibir la distinción entre el bien y el mal en lo referente al valor
fundamental mismo de la vida humana.
¿Soy yo
acaso el guardián de mi hermano?
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Aborto
Diagnóstico
prenatal para aborto eugenésico: el
panorama actual resulta aún más desconcertante debido a las propuestas hechas
en varios lugares, que pretenden legitimar, en la misma línea del derecho al
aborto, incluso el infanticidio, retornando así a una época de
barbarie que se creía superada para siempre.
-
Relación entre aborto y anticoncepción
-
Técnicas de reproducción artificial
-
Eutanasia
¿Qué hacer ante este panorama?
¿Es todo negativo?
Sangre de Cristo: donde todos los hombres encuentran la fuerza para comprometerse en favor de la vida. Esta sangre es justamente el
motivo más grande de esperanza, más aún, es el fundamento de la absoluta
certeza de que según el designio divino la vida vencerá.
“No habrá ya muerte”:
exclama la voz potente que sale del
trono de Dios en la Jerusalén celestial.
Texto Bíblico:
Ap. 21, 4: “…Secará todas las lágrimas de ellos, y ya
no habrá muerte, ni llanto, ni lamento, ni dolor; porque todo lo que antes
existía ha dejado de existir”.
San Pablo nos asegura que la victoria actual sobre el pecado es
signo y anticipo de la victoria definitiva sobre la muerte, se cumplirá la
palabra que está escrita…
1 Cor. 15, 54-55 Y cuando nuestra naturaleza corruptible se haya
revestido de lo incorruptible, y cuando nuestro cuerpo mortal se haya
revestido de inmortalidad, se cumplirá lo que dice la Escritura: “La muerte
ha sido devorada por la victoria. ¿Dónde está, oh muerte,
tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?”
26. En
realidad, no faltan signos que anticipan esta victoria en nuestras sociedades
y culturas, a pesar de estar fuertemente marcadas por la “cultura de la muerte”. Se daría, por tanto, una imagen
unilateral, que podría inducir a un estéril desánimo, si junto con la
denuncia de las amenazas contra la vida no se presentan los signos
positivos que se
dan en la situación actual de la humanidad.
29. Ante
las innumerables y graves amenazas contra la vida en el mundo contemporáneo,
podríamos sentirnos como abrumados por una sensación de impotencia
insuperable: ¡el bien nunca podrá tener la fuerza suficiente para vencer el
mal!
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24’
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CORTE
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3’
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Bloque 3
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- Resumen
de los primeros bloques
- Desarrollo
del tema
- Recepción
de llamadas de los televidentes
- Contestar
preguntas y dar consejos
- Conclusiones
- Despedida
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Profesar la Palabra de Vida
Texto Bíblico: 1 Juan 1, 1: les escribimos a ustedes
acerca de aquello que ya existía desde el principio, de lo que hemos oído y
de lo que hemos visto con nuestros propios ojos. Porque lo hemos visto y lo
hemos tocado con nuestras manos. Se trata de la Palabra de vida.
Este
es el momento en que el Pueblo de Dios y en él cada creyente está llamado a
profesar con humildad y valentía la propia fe en Jesucristo.
34. La vida es
siempre un bien. Esta es una intuición o, más bien, un dato de
experiencia, cuya razón profunda el hombre está llamado a comprender.
¿Por
qué la vida es un bien?
De donde provenimos:
Textos
Bíblicos:
Gn 2,
7 Entonces Dios el Señor formó al
hombre de la tierra misma, y sopló en su nariz y le dio vida. Así el
hombre se convirtió en un ser viviente.
Gn 3,
19 Te ganarás el pan con el sudor de tu
frente, hasta que vuelvas a la misma tierra de la cual fuiste formado,
pues tierra eres y en tierra te convertirás.
Jb 34, 14 - 15 Si les quita a los hombres el aliento de vida, todos ellos
mueren por igual y
otra vez vuelven al polvo.
Sal 103, 14 pues él sabe de
qué estamos hechos:
sabe bien que somos polvo.
Sal 104, 29 si escondes tu rostro, se espantan; si
les quitas el aliento, mueren y vuelven a ser polvo.
La pregunta
recorre toda la Biblia, y ya desde sus primeras páginas encuentra una
respuesta eficaz y admirable. La vida que Dios da al hombre es original y
diversa a la de las demás criaturas vivientes, ya que el hombre, aunque proveniente del polvo de la tierra,
es manifestación de Dios en el mundo, signo de su presencia, resplandor de su gloria.
Gn 1, 26-27 Entonces dijo: “ahora hagamos al hombre a nuestra imagen.
Él tendrá poder sobre los peces, las aves, los animales domésticos y los
salvajes, y sobre los que se arrastran por el suelo”. Cuando
Dios creó al hombre, lo creó a su imagen; varón y mujer los creó”…
Sal 8, 6 le diste autoridad sobre tus
obras, lo pusiste por encima de todo
81.
Ante todo se trata de anunciar el
núcleo de este Evangelio.
Es anuncio de un Dios vivo y cercano, que nos llama a una profunda comunión
con El y nos abre a la esperanza segura de la vida eterna.
Al
mismo tiempo, se trata de señalar todas las
consecuencias de este mismo
Evangelio, que se pueden resumir así: la vida humana, don precioso de Dios,
es sagrada e inviolable, y por esto, en particular, son absolutamente
inaceptables el aborto procurado y la eutanasia; la vida del hombre no sólo
no debe ser suprimida, sino que debe ser protegida con todo cuidado amoroso;
la vida encuentra su sentido en el amor recibido y dado, en cuyo horizonte
hallan su plena verdad la sexualidad y la procreación humana; en este amor
incluso el sufrimiento y la muerte tienen un sentido y, aun permaneciendo el
misterio que los envuelve, pueden llegar a ser acontecimientos de salvación;
el respeto de la vida exige que la ciencia y la técnica estén siempre
ordenadas al hombre y a su desarrollo integral; toda la sociedad debe
respetar, defender y promover la dignidad de cada persona humana, en todo
momento y condición de su vida.
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24’
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CORTE
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Escrituras para el desarrollo del tema:
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Anuncio sin temores:
Textos
Bíblicos: Rom 12, 2 No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al
contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir
y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le
es grato, lo que es perfecto.
Jn 15, 19 Si
ustedes fueran del mundo, la gente del mundo los amaría, como ama a los
suyos. Pero yo los escogí a ustedes entre los que son del mundo, y por eso el
mundo los odia, porque ya no son del mundo.
Jn 17, 16 Así
como yo no soy del mundo, ellos tampoco son del mundo.
Al
anunciar este Evangelio, no debemos temer la hostilidad y la impopularidad,
rechazando todo compromiso y ambigüedad que nos conformaría a la mentalidad
de este mundo. Debemos estar en
el mundo, pero no ser del mundo, con la fuerza que
nos viene de Cristo, que con su muerte y resurrección ha vencido el mundo.
Jn 16, 33 Les digo todo esto para
que encuentren paz en su unión conmigo. En el mundo, ustedes habrán de
sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo.
Con
este fin, urge ante todo cultivar, en nosotros y en los demás, una mirada contemplativa.
Es
principalmente mediante la
educación de los hijos como
la familia cumple su misión de anunciar el Evangelio
de la vida. Con la palabra
y el ejemplo, en las relaciones y decisiones cotidianas, y mediante gestos y
expresiones concretas, los padres inician a sus hijos en la auténtica
libertad, que se realiza en la entrega sincera de sí, y cultivan en ellos el
respeto del otro, el sentido de la justicia, la acogida cordial, el diálogo,
el servicio generoso, la solidaridad y los demás valores que ayudan a vivir
la vida como un don. La tarea educadora de los padres cristianos debe ser un
servicio a la fe de los hijos y una ayuda para que ellos cumplan la vocación
recibida de Dios. Pertenece a la misión educativa de los padres enseñar y
testimoniar a los hijos el sentido verdadero del sufrimiento y de la muerte.
Lo podrán hacer si saben estar atentos a cada sufrimiento que encuentren a su
alrededor y, principalmente, si saben desarrollar actitudes de cercanía,
asistencia y participación hacia los enfermos y ancianos dentro del ámbito
familiar.
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Escrituras para el desarrollo del tema:
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Cultura de la Vida:
Se
debe comenzar por la renovación de la cultura de la vida dentro
de las mismas comunidades cristianas. Muy a menudo los creyentes, incluso quienes participan
activamente en la vida eclesial, caen en una especie de separación entre la
fe cristiana y sus exigencias éticas con respecto a la vida, llegando así al
subjetivismo moral y a ciertos comportamientos inaceptables.
Ante
esto debemos preguntarnos, con gran lucidez y valentía, qué cultura de la
vida se difunde hoy entre los cristianos, las familias, los grupos y las
comunidades de nuestras Diócesis.
La banalización de la sexualidad: es uno de los factores principales que están en la raíz
del desprecio por la vida naciente: sólo un amor verdadero sabe custodiar la
vida.
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Escrituras para el desarrollo del tema:
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La
conciencia de María:
Textos Bíblicos: Gálatas 4, 4 Pero cuando se cumplió el
tiempo, Dios envió a su Hijo, que nació de una mujer, sometido a la ley de
Moisés.
Ap 12, 4 Con la cola arrastró la tercera parte de
las estrellas del cielo, y las lanzó sobre la tierra. El dragón se detuvo
delante de la mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo tan pronto
como naciera.
Plenitud de los tiempos:
María
ayuda así a la Iglesia a tomar conciencia de que la vida está
siempre en el centro de una gran lucha entre el bien y el mal, entre
la luz y las tinieblas. El Dragón quiere devorar al niño recién nacido,
figura de Cristo, al que María engendra en la “plenitud de los tiempos”, y que la Iglesia debe presentar
continuamente a los hombres de las diversas épocas de la historia. Pero en
cierto modo es también figura de cada hombre, de cada niño, especialmente de
cada criatura débil y amenazada, porque —como recuerda el Concilio— “el
Hijo de Dios, con su encarnación, se ha unido, en cierto modo, con todo
hombre”. Precisamente
en la “carne” de cada hombre, Cristo continúa revelándose y entrando en
comunión con nosotros, de modo que el rechazo
de la vida del hombre en sus diversas formas es, realmente
rechazo de Cristo.
La Iglesia anuncia la Verdad:
Mateo 18, 5: El que reciba a
un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe.
Mateo 25,
40: En
verdad os digo que cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más
pequeños, a mí me lo hicisteis.
Esta
es la verdad fascinante, y al
mismo tiempo exigente, que Cristo nos descubre y que su Iglesia
continúa presentando incansablemente.
Oración final…
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